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miércoles, septiembre 27, 2006

Que aparezca Julio López

Desapareció Julio López, el principal testigo en el juicio contra el asesino Etchecolaz. La coincidencia general (tanto de los organismos de DDHH como de "los demócratas de mierda y los forros pacifistas") es que fue secuestrado por "mano de obra desocupada" de la policía con el propósito de castigarlo y de paso intimidar a futuros testimonios contra genocidas de la dictadura (juicios impulsados por gobierno fruto de la presión popular durante todos estos años y, al mismo tiempo, con el fin de encubrir su propia postración ante el imperialismo [¿o no pagó la deuda al FMI sin chistar y envió tropas de ocupación de Haití a pedido de los yanquis y apoya ipso facto la invasión a Irak...?]).
Lo que muy pocos dicen es que este hecho es la consecuencia lógica de un Estado y sucesivos gobiernos que han mantenido intacto el aparato represivo en tanto garantía de su propia continuidad (parafraseando a Charly en sus momentos lúcidos, ¿para qué sirve la policía sino para cuidar el tesoro de los oligarcas...?). Los continuos e innumerables casos de gatillo fácil durante estos treinta y pico de años de democracia, los crímenes de Puente Pueyrredón, los encarcelamientos y procesos masivos contra luchadores sociales, gremiales y políticos en todo el país (particularmente en Santa Cruz), el hecho de que un agente de la SIDE genocida haya sido ministro de seguridad nacional y provincial con conocimiento de Kirchner, Solá, etc., son datos suficientes para concluir que, más allá de la demagogia –nac&pop– barata con que K pretender disfrazar su gobierno furiosamente capitalista y proimperialista, este régimen ha mantenido bien activa la "mano de obra desocupada" para alcanzar sus propios propósitos: proseguir con el saqueo de las riquezas nacionales y la explotación del pueblo trabajador a favor de los grandes capitales nacionales y extranjeros. La imagen del presidente golpeando la campanita para dar inicio a la jornada en la bolsa neoyorquina es una humillante muestra de su posternación ante los capitales especulativos internacionales.
"Aparición con vida y castigo a los culpables", la consigna que jaqueó a la dictadura, ha vuelto a las calles. Hoy, como desde su desaparición, nos movilizamos por Julio López. Ahora dicen que podría sufrir una especie de "lapsus" y tal vez ande vagando por ahí sin conciencia de su destino... No importa si es así: lo que importa es que López aparezca con vida y que sigamos luchando por el desmantelamiento del aparato represivo y genocida que los sucesivos gobiernos "democráticos" han mantenido intacto.